martes, 9 de octubre de 2012

Rosa Bellizi, El avance tecnologico

| ROSA JULIA BELLIZZI. Socióloga argentina  

"El momento del avance tecnológico"
 
Los cambios y el desarrollo tecnológico siempre generaron fantasmas e incertidumbre referidos a la concepción del poder y a las relaciones personales y sociales. El aporte de las nuevas tecnologías, en la interacción humana y por ende en las organizaciones, expresan la necesidad de llegar a un estado mejor. ¿Es la tecnología una amenaza o un instrumento al servicio del hombre? ¿Se instalarán la esperanza y el optimismo a partir de lo que somos capaces de concebir? Se plantea así la idea de un mundo lleno en   oposición a un mundo vacío.

El desarrollo de los medios de comunicación es uno de estos pilares del progreso. Surgió la red, la telaraña de la interconexión en la figura de la web. Se han podido reemplazar las brochures por las páginas donde las organizaciones se presentan; la necesidad de ser “televisto” por la de ser ”webleído”, “webmirado”, “webescuchado”; la búsqueda y la recolección de datos por la navegación; y la relación cara a cara por el sueño de la comunicación intangible.

El mundo de la comunicación parece haber invadido los nichos más preciados del orden y del control, de la intimidad y de la privacidad, hasta enfrentarnos a un sinfín de información imposible de procesar. La paradoja más fuerte nos remite a la inefable 8 y ½ de Federico Fellini, en la que una obstrucción de tránsito coloca a los automóviles uno al lado del otro, un conductor muere dentro de su vehículo y nadie lo advierte.

Es difícil predecir la tendencia que las innovaciones tendrán en los procesos de interacción. Por el momento se advierte un incremento del aislamiento, del individualismo y del sedentarismo, beneficiándose en cambio la motricidad y el potencial visual y auditivo, así como la vertiginosidad en la obtención de datos.

El periódico papel y el periódico online han cambiado nuestra tradicional manera de leer, provocando la lectura de arriba hacia abajo y convirtiendo a los primeros en proveedores de contenido, en productores y editores audiovisuales.

Entre las novedades más salientes, están la probabilidad de ahorrar en folletería, la de convertir nuestros hogares en oficinas virtuales, las aulas con el formato de educación a distancia, la de poder acceder a cine, radio, televisión, periódicos y revistas, releerlos, reverlos o reescucharlos. Se observa también la ilusión de la conyugalidad, que muchas veces culmina en matrimonio y el chateo con o sin simulación. En la web no tenemos edad, no existe censura, al menos perceptible, podemos mentir y decir la verdad.

Todas estas conductas las tenemos también cada vez que nos relacionamos cara a cara solo que, en estos casos, no es posible simular por tanto tiempo como lo permite la intangibilidad del espacio. El contacto directo, el factor imitación que tanto le importaba a Tarde, no fue superado. En la web nos llenamos de amigos, de buenos deseos, de lecturas críticas o elogiosas, de arte. Podemos cocinar, jugar, aunque no dejamos de ser espectadores. En muchos casos nos comunicamos de PC a PC, a menos de cincuenta centímetros unos de otros.

Algo ha sucedido para que los walkman de ayer, los ip y los MP3, 4, 5 de hoy, impidan a una madre dialogar con sus hijos que están allí, sin ser escuchados. Los centros de atención, los factores de interés, han cambiado de eje. Algunas tecnologías, hoy nos alejan de la contaminación sonora que en las grandes urbes nos agobia y nos invade. Sin embargo, los enfermos neurológicos encuentran en ellas una de las formas más precisas de conectarse con el mundo.

La educación juega, sin duda, un rol insustituible a la hora de optar y de elegir. Sin la base de una formación firme y completa, plena de libertad de pensamiento, se hará imposible comprender cómo convivir con distintas culturas, algo fascinante pero que puede favorecer la xenofobia. Necesitamos recuperar nuestra propia noción de tiempo y de espacio, que consiste en la percepción constante de cambio y en un inusitado y paradójico deseo de detenerlo.


En el siguiente audio tendremos la entrevista genial de alejandro fantino a Rosa Julia Bellizi quien responde ¿de que manera se miden la audiencias?..


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